Habla
Empodera
Transforma
Una plataforma para acompañar, visibilizar y transformar el dolor en fuerza.
¿Qué es No Fue Mi Culpa?
No Fue Mi Culpa nace de una verdad incómoda: el abuso sexual a menores y jóvenes existe, es más común de lo que imaginamos, y sigue siendo un tabú en España.
Yo lo viví. Y sé lo que duele sentirse sola, atrapada en una historia que nadie quiere escuchar. Pero también sé que de esto se sale. Y que la única forma de cambiar las cosas es hablando, visibilizando, despertando a un sistema que sigue fallando a miles de adolescentes.
Este proyecto es para quienes no saben ponerle nombre a lo que les está pasando. Para quienes sobrevivieron, pero siguen sintiendo la herida. Para las familias que no saben cómo ayudar. Para una sociedad que necesita dejar de mirar hacia otro lado.
No Fue Mi Culpa es voz, apoyo y acción. Es la prueba de que las víctimas no estamos solas y que podemos cambiar la realidad.
Aunque el proyecto aún está en sus inicios, su visión es clara: ser una plataforma web de apoyo, prevención y visibilización. Un espacio donde cualquier persona que esté atravesando o haya vivido una situación de abuso sexual pueda encontrar ayuda, recursos y contención, sin importar en qué etapa del proceso se encuentre.
La suma de nuestras voces, aquellas que alguna vez se consideraron "nadie", es la fuerza que impulsa el verdadero avance de la sociedad.
Porque hablar sana, visibilizar empodera y luchar transforma.
Por eso nace No Fue Mi Culpa.
Una idea. Una necesidad. Un propósito.
Anónimo.
... porque aún no se siente preparada para hablar con nombre propio.
“Tengo 63 años, te escucho y no puedo para de llorar. Ahora sé que la valentía ha sido el precio de la paz que has logrado. Ojalá hubiera hecho lo mismo cuando mi padre abusaba de mí y mi madre miraba hacia otro lado"
Anónimo.
… de momento. Porque dar el paso lleva su tiempo.
"Mi hija de 17 años está en un proceso similar. Hemos denunciado, pero la sentencia ha salido en su contra. Aunque hemos recurrido, es indignante ver cómo, incluso con la verdad en las manos, parece que todo juega en tu contra"
Anónimo.
… como tantas otras historias aún en silencio.
Mi tío me violó cuando tenía 18 años. Sentía culpa, asco y un silencio que me pesaba.
Nazaret fue la primera persona que me ayudó a entender que no hay prisa para asumirlo. Que sanar lleva tiempo. Y que no hay vergüenza en sobrevivir.